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lunes, 28 de febrero de 2022

TU MAJESTUOSA LUZ, QUEBRANTA EL CORAZÓN DEL PERVERSO, OH CRISTO

  • La Biblia enseña: Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cuál profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado.
  • Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.
  • Oh mi Cristo, existe un gran déficit en el ser humano, para ser en tu glorioso nombre consagrado;
  • porque está sometido a los más inicuos antojos.

  • La Biblia dice: Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 
  • Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 
  • Resarcidos seréis de toda obscenidad que en vuestra carne padecéis.
  • Y como oro en el crisol os purificaré.

  • La Biblia enfatiza: Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 
  • Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
  • Oh Soberano Señor, rae de nosotros toda cosa infame,
  • para guardarnos en tu sobrenatural gloria. 

  • La Biblia constata: Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
  • Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no os daré hambre. 
  • Oh Santo de Israel, gracias te doy; porque de todo los desalmados,
  • anhelas compadecerte siempre. 

  • La Biblia asevera: Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones. 
  • Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestra iniquidad y por vuestras abominaciones.
  • Oh Sumo Salvador, en lo profundo de nuestro ser hemos recibido tus bendiciones, 
  • y con gran quebrantamiento te piden perdón nuestros contritos y humillados corazones.
  •                 Paz de Cristo

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