ROMANOS 8:28,29 EN CRISTO

• Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 
• Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito de muchos hermanos.
• Oh mi Cristo, los que rindamos obediencia a tu Sagrada Palabra seremos bienaventurados;
• y por el maligno, no seremos de tu gloria apartados.
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• La Biblia enseña: Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. 
• ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros?
• Oh Soberano Redentor, el que quiera ser tu genuino siervo, en tu misma cruz su carne crucificó;
•  para en el día postrero, tener entrada en el reino de los cielos excelsos.
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• La Biblia dice: ¿Quién acusará a los hijos de Dios? Dios es el que justifica. 
• ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 
• Oh Rey de la gloria, 
• con el corazón contrito y humillado a tus majestuosos pies estamos postrados.
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• La Biblia constata: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
• Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
• En tu santo nombre tenemos puesta toda nuestra confianza,
• oh Fiel y Verdadero. 
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• La Biblia asevera: Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
• Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
• Oh Jehová Sabaot,
• nada se nos opondrá en la senda sagrada; porque con tu majestuosidad, traspasaremos el umbral eterno.
•                  Paz de Cristo