- Jesús, dijo: Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
- Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
- Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
- y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
- Y vosotros sois testigos de estas cosas.
- He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos del poder de lo alto.
- Oh mi Cristo, lo que te agrada sobremanera es la salvación del inconverso,
- y por ende de todos lo que están en los entenebrecidos abismos.
- Y es que, oh Señor, sólo el que en tu majestuoso nombre se gloría,
- contando con tu grandiosa misericordia, morará en el Edén.
- Y todas las almas altivas y vanidosas,
- no podrán ver tu eterna faz en el día postrero, oh Santo.
- La Biblia dice: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
- el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
- sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
- y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
- para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
- y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
- Oh gran Yo Soy, el hecho de habernos revelado tu glorioso nombre, ha sido la sobrenatural dádiva del cielo, para ser linaje escogido como hijos de luz.
- Porque privilegiado galardón supone reafirmarse,
- oh Altísimo, en tus incomparables bendiciones,
- de ilimitada plenitud.
- Oh Hijo del Hombre,
- bendita es tu excelsa diestra,
- en la inmensidad del orbe.
- Oh Sumo Hacedor,
- el fruto del Espíritu se ha de atesorar en un piadoso corazón.
- Y no existe senda más sagrada, oh Rey de la gloria, que de la que emana tu amor,
- por ser Tú la estrella resplandeciente de la mañana a la sazón.
- Oh Sumo Alfarero,
- soy un vaso derruido por los más viles impostores.
- Pero aún me queda el suficiente resuello,
- para exaltar con mis poéticas loas al Todopoderoso Rey de reyes y Señor de señores.
- Oh Cordero inmolado,
- Tú derramaste en la más despiadada muerte, la preciosa sangre del nuevo pacto de la gracia, que redimió a la inicua humanidad.
- Pero únicamente traspasará el umbral del bienaventurado,
- el que profese obediencia a la santísima verdad.
- Paz de Cristo
viernes, 5 de mayo de 2023
DESHAZ TODA INCREDULIDAD EN EL PROFANO, MOSTRÁNDOLE EN LA BIBLIA LAS HERIDAS DE MUERTE EN LA CRUZ DEL CALVARIO, QUE PARA DARNOS VIDA PADECIÓ CRISTO
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