LOS FARISEOS QUE OCUPAN GRAN PARTE DEL MUNDO SON TU PERFECTA MISIÓN EN CRISTO

• Jesús entonces les dijo: Si vuestro Padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 
• ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 
• Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira. 
• Y a mí, porque digo la verdad no me creéis. 
• ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
• El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios. 
• Oh mi Cristo, el que en tu santo nombre no creyó, 
• es porque a ningún ser humano ama.
• Y es que, en su disoluta vida, obra con desmesurada inquina. 
• Porque al fariseo con su perniciosa ambigüedad siempre le veréis,
• al disentir con los que amáis a Cristo, y en dar vuestra vida por Él no dudaréis.
• Ya que, os escogió antes de la fundación del mundo, para ser desde la eternidad y hasta la eternidad sus hijos consagrados. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• las hordas farisaicas que te ajusticiaron,
• no eran conscientes de que Tú redimiste a toda la humanidad por amor;
• y confusión y vergüenza por la eternidad tendrán, oh Rey de reyes, si en tu majestuoso nombre no se arrepintieron y se santificaron. 
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• Oh Sumo Alfarero, 
• aun conformados en vasos de barro, la soberbia es nuestra deriva, 
• ante la gloriosa presencia del Eterno;
• porque muchos en su ignorancia desconocen, que inmerecidamente Él nos dio la prodigiosa vida.
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• Oh Sumo Hacedor, 
• la inmensidad de tu universo nos contempla.
• Y de la grandiosidad de su inconmensurable resplandor, 
• no tenemos, para darte las gracias, oh gran Dios, verdadera conciencia. 
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• Oh Alfa y Omega, 
• acondicionaste nuestra habitación, la tierra, para darnos aliento de vida.
• Y con tu Escritura Sagrada, 
• nos has dado el conocimiento eterno, para morar en tu gloria bendita.
•               Paz de Cristo