PON TU PIADOSO SELLO DE IDENTIDAD, PROFESANDO LA PLENITUD DEL AMOR EN CRISTO

• La Biblia dice: Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
• Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 
• Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
• Oh mi Cristo, para el que verdaderamente cree,
• sólo el glorioso don de la fe,
• ha de consumar en la angosta senda su paso más seguro.
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• Oh Cordero inmolado, 
• redimiste a la humanidad pecadora, en tu voluntario sacrificio de muerte y muerte de cruz. 
• Y es que, el que crea en tu majestuoso nombre, oh Señor, será bienaventurado;
• porque interiorizó la grandiosa decisión, de ser un hijo de luz.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• en el yermo desierto, el humano vaso no superó tan grande prueba. 
• Y tuviste que restañar sus purulentas heridas, y hacerlo de nuevo, 
• para ser aprobado cuando se negó a sí mismo, oh Rey de reyes, sometiéndose a tu excelsa diestra. 
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• Oh Cristo Jesús, 
• Tú siendo el único Dios Todopoderoso, te hiciste el mayor siervo. 
• Y jamás entenderá, oh Rey de la gloria, tu celestial plenitud,
• el falsario que hace de su impostura, en tu amada Iglesia, el escenario obscuro de lo doctrinalmente abyecto.
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• Jesús, dijo: No hablo de todos vosotros; yo sé a quien he elegido; mas para que se cumpla las Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar. 
• Desde ahora os lo digo, para cuando suceda, creáis que yo soy. 
• De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 
• Oh Santo, viniste del cielo con el único fin de al perdido salvar;
• pero a día de hoy,
• el fútil pastor de tus escogidas ovejas, en su perniciosa obsolescencia no lo asumió. 
•                 Paz de Cristo