- La Biblia dice: Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
- Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
- sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
- Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
- Amados hermanos míos, no erréis.
- Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
- Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
- Oh mi Cristo, todos los siervos que han tocado tu gloria, espiritualmente se sanan;
- porque el pecado en su gloriosa vida no se sostiene.
- Y es que, por la bendición del Altísimo, de su alma fue raido.
- Habréis de saber, que el Omnipotente, por gracia, os lavó con su bendita sangre.
- Y ya nunca más fluctuaréis,
- al ser revestidos por la unción,
- del que estuvo muerto y vive por los siglos de los siglos en las celestiales alturas.
- En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
- Sí, Padre, porque así te agradó.
- Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
- Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
- porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
- Oh Cristo Jesús, nos revelaste tu santo nombre, porque antes de la fundación del mundo, fuimos tus siervos escogidos.
- Y tu gracia, oh Señor, nos consagró,
- para que el más grandioso amor te pudieramos profesar,
- y por lo mismo exaltar.
- Y es que, oh Rey de la gloría, en tu majestuoso nombre hemos elevado todas las plegarias,
- para que nuestra alma sea eternamente salva.
- Oh Santo de Israel,
- nada nos fue más revelador de tu manifiesta gloria, que tus insólitos milagros.
- Y en todo ellos intervino indefectiblemente la sobrenatural fe,
- para poder interiorizarlos.
- Oh Cristo Altísimo,
- el espíritu ocioso nos llevará siempre a la vulgar necedad.
- Y es en estos obscuros momentos, oh gran Yo Soy, cuando habré de saciarme de tu gloria, postrado en el Lugar Santísimo,
- reconociendo con el corazón contrito y humillado, que estaré asido con ferviente celo a la santísima verdad.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú derramas la celestial gloria,
- sobre el que en el nombre Jesús, todo lo cree,
- para ser galardonador de la eterna victoria.
- Paz de Cristo
martes, 2 de mayo de 2023
RECIBIRÁS REVELACIÓN ÚNICAMENTE DE LA EXCELSA DÁDIVA DE LO ALTO EN CRISTO JESÚS
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