Powered By Blogger

miércoles, 24 de mayo de 2023

NUNCA PEQUES A SABIENDAS DE TU VOLUNTAD EN CRISTO

  • La Biblia dice: Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
  • sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
  • Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 
  • Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
  • sabiendo que Cristo habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte ya no se enseñorea más de él. 
  • Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
  • Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos por Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 
  • No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
  • ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 
  • Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. 
  • Oh mi Cristo, seremos tus verdaderos siervos, profesando la Sagrada Palabra, de todo nuestro corazón,
  • para dar testimonio del nuevo hombre santificado;
  • y a la sazón bienaventurado. 
  • Porque nuestro ser,
  • evidenciará la genuina fe.
  • Porque el que a Cristo sirve, 
  • no será atraído por ningún denuesto.
  • Y en seguir al gran Yo Soy, se nos han multiplicado exponencialmente sus celestiales esencias.
  • Y nuestra pasada estulticia,
  • fue aborrecida; dando lugar, y siendo hacedores de la Escritura Sagrada. 

  • Oh Cristo Redentor,
  • tu sacrificio en la cruz del Calvario, nunca fue en vano, para los siervos que nos vivificaste con tu majestuosa sangre derramada; al sernos hecha de facto nuestra heredad, del nuevo y sobrenatural pacto de la gracia.

  • Oh Alto y Sublime, 
  • guárdanos de toda séptica maldad.
  • Y haznos con tu provisión de lo alto estar firmes,
  • para predicar hasta los confines de la tierra el Evangelio de la gracia, que salvará a la incrédula humanidad. 

  • Oh Sumo Alfarero, 
  • un antes y un después da como resultante la restauración de tu perfecta rueda, 
  • que hizo del insolente pecador un vaso nuevo;
  • y por tal gracia, le fue fácil caminar por la angosta senda.

  • Oh Alfa y Omega, 
  • la desaparición del pecado en nuestras vidas, fue cono consecuencia de tu santísima obra en la cruz del Calvario. 
  • Y porque eres el Sumo Pastor de la gloria,
  • tus ovejas oímos tu celestial voz, que nos apacienta desde el eterno santuario. 
  •                    Paz de Cristo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario