- La Biblia dice: Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
- sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
- Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
- Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
- sabiendo que Cristo habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte ya no se enseñorea más de él.
- Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
- Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos por Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
- No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
- ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
- Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
- Oh mi Cristo, seremos tus verdaderos siervos, profesando la Sagrada Palabra, de todo nuestro corazón,
- para dar testimonio del nuevo hombre santificado;
- y a la sazón bienaventurado.
- Porque nuestro ser,
- evidenciará la genuina fe.
- Porque el que a Cristo sirve,
- no será atraído por ningún denuesto.
- Y en seguir al gran Yo Soy, se nos han multiplicado exponencialmente sus celestiales esencias.
- Y nuestra pasada estulticia,
- fue aborrecida; dando lugar, y siendo hacedores de la Escritura Sagrada.
- Oh Cristo Redentor,
- tu sacrificio en la cruz del Calvario, nunca fue en vano, para los siervos que nos vivificaste con tu majestuosa sangre derramada; al sernos hecha de facto nuestra heredad, del nuevo y sobrenatural pacto de la gracia.
- Oh Alto y Sublime,
- guárdanos de toda séptica maldad.
- Y haznos con tu provisión de lo alto estar firmes,
- para predicar hasta los confines de la tierra el Evangelio de la gracia, que salvará a la incrédula humanidad.
- Oh Sumo Alfarero,
- un antes y un después da como resultante la restauración de tu perfecta rueda,
- que hizo del insolente pecador un vaso nuevo;
- y por tal gracia, le fue fácil caminar por la angosta senda.
- Oh Alfa y Omega,
- la desaparición del pecado en nuestras vidas, fue cono consecuencia de tu santísima obra en la cruz del Calvario.
- Y porque eres el Sumo Pastor de la gloria,
- tus ovejas oímos tu celestial voz, que nos apacienta desde el eterno santuario.
- Paz de Cristo
miércoles, 24 de mayo de 2023
NUNCA PEQUES A SABIENDAS DE TU VOLUNTAD EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario