Circuncida mi corazón, oh Señor Jesús.
Quiero andar sobre las ondas del tempestuoso mar,
para ser la inmarcesible fe de tu Luz.
Y dejar mi huella sobre las aguas; porque al fin te pude amar.
Jesucristo, no te dice que crees nada.
Solo has de tener presente,
que el gran Yo Soy, Creador es del Universo por la Palabra;
y todo el que en Él cree permanecerá Eternamente.
Oh Señor, multiplicaste panes y peces,
demostrando que no hay nada imposible.
A Pablo y Silas, cuando te alababan, dejaste libre de sus grilletes.
Y es que al Espíritu de Dios, concierne la naturaleza de lo infalible.
Los ciegos ven, los sordo oyen y los muertos resucitan.
Oh Señor Jesucristo, nada se opone a tu poder,
hasta los huracanes mandas callar, y en suave brisa se transforman.
Y estas señales te seguirán, si circuncidas tu corazón, para en Él creer.
Nunca dudes en nuestro Cristo.
La Gracia, no es por vista, sino por fe.
El poder viene del Espíritu,
y su milagro Vida es.
Paz de Cristo
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