Oh Cristo, derramaste hasta la última gota
de tu Santísima Sangre,
en el Gólgota;
Sacrificio Glorioso, que nada más la Iglesia amada del Señor, en la Unción del Espíritu discierne.
Consumado es: oh Cristo Jesús,
tu postrera frase solemne, nos dio Eterna Vida.
El gozo de tu muerte, en Luz,
sustenta la paz; como incorruptible fortaleza viva.
Oh Señor Jesucristo, hoy estarás conmigo en el Paraiso:
dijiste al ladrón, que le habías revelado tu Nombre.
La Eternidad se manifiesta en cualquier momento bendito;
si tu Excelsa Diestra,
pesa con misericordia la misteriosa expiación del hombre.
Oh Rey de reyes,todo en el Universo se magnifica, postrado con contrición, ante tu Majestad.
El Evangelio de Salvación, ofrendado es desde el Cielo: el Santo Espíritu sin límite lo predica;
porque ha sido sembrado, en el tiempo Eterno de la Verdad.
Oh Señor de señores, a ningún cobarde, habrá lugar,
en el Reino de tu Gloria.
Para ser arrebatado, con pureza de corazón has de amar,
y creer en la inmortal Victoria.
Paz de Cristo
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