La disyuntiva entre el bien y el mal,
se desvanece ante la Verdad de Cristo:
que es Vida Sobrenatural,
dada por su Santo Espíritu.
Oh Señor Jesucristo, vemos la huella del misterio,
que nos dejaste en el corazón.
La predicación del Evangelio,
ungió con sus Buenas Nuevas nuestra Salvación.
En el Gozo se pronuncia,
oh Cristo, tu Paz:
que es la belleza
de lo Eterno en el Espíritu de la Verdad.
Si te glorías en la vanidad,
habrás perdido al Señor;
gloríate en su Majestuosidad,
para desvelar el poder del amor.
Como un viento recio
es el Glorioso Espíritu;
y hacerlo nuestro, conlleva el precio
de vivir libre en Cristo.
Paz de Cristo
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