Por vuestros hijos habréis de velad,
os necesitarán siempre.
Oh Cristo, en ti buscaremos la Verdad,
para hacer al niño obediente.
La Palabra,
ha de ser nuestra sabiduría.
Sólo al que clama,
Oh Señor, le das conocimiento espiritual, cada hermoso día.
La corrección es procedente,
en la necedad del retoño.
Y será permanente,
para que el vástago, no dé lugar a lo bisoño.
La instrucción, oh Señor Jesucristo,
es la senda de pureza doctrinal.
Y por el Óleo del Santo Espíritu,
habrán de ser herederos de la Gloria Celestial.
La semilla Santa,
obrará en el perfecto linaje de tu descendencia.
Oh Salvador, Tú te mueves en la alabanza;
y de Gracia, nuestros hijos, han de buscar tu sobrenatural presencia.
Dad formación al adolescente sin cesar,
en la más absoluta solemnidad.
Enseñadle la forma reverente de adorar
al Señor de señores, que habita la Eternidad.
El temor de Dios,
es la consecución de la Sana Doctrina.
Y como Santos ungidos,
han sido consagrados los hijos en Cristo, que ofrendan el excelente galardón de honor a la Bendita Familia.
Paz de Cristo
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