No existe mayor dignidad,
que menguar ante el Señor;
para conocer el Altar de la Verdad,
manifestado en su amor.
Hemos recibido la Gracia de la vida,
para adorar a Jesucristo.
Y al que por Él se humilla,
será ensalzado en el poder del Espíritu.
Se firme en el Señor,
y que no te doblegue el maligno;
porque tu has sido elegido por el Creador,
para ser Gloria del Altísimo.
Busca el aposento alto,
para predicar el Evangelio.
Y póstrate a los pies del más Santo,
que es cristiano privilegio.
Oh Señor, reprendiste al viento,
y se produjo bonanza en la tempestad;
milagroso pronunciamiento,
que a tu Palabra da Eternidad.
Paz de Cristo
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