La Shekina, es la presencia de Cristo,
en nuestras vidas.
Guardados en el Espíritu,
Oh Señor, las voluntades aúnas.
En el temor de Dios,
fundamentamos la adoración.
Y por cumplir con quebrantamiento los sacrificios,
derramarás tu inmensa misericordia, sobre nuestro afligido corazón.
Escarnecidas potestades,
perturban nuestra alma.
¡Levantad súplicas Celestiales!
Oh Cristo Jesús, defiéndenos con el fulgor de tu espada, del que a las tinieblas ama.
Redobla esfuerzos, en el nombre de Jesús,
con la oración persistente.
Sólo la luz,
es manifiesta, en la contrición reverente.
Creer en la salvación, supera toda tempestad espiritual.
Pedid al Rey de reyes, perdón;
y arrebatareis al cielo el santo blindaje de su umbral,
con la gloriosa unción.
Paz de Cristo
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