Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
En el tiempo de un abrir y cerrar de ojos será su arrebatamiento.
Y a través de la verdad del Santo Espíritu,
se precisará la conjunción de la amada Iglesia y el firmamento.
Oh Cristo Jesús, desde antes de la fundación del mundo,
habías escogido para su consagración a la ataviada con el blanco lino de pureza, tu Iglesia bienaventurada.
Conformándola también lo más vil y nauseabundo;
porque su perfecto sometimiento a la Palabra, fue por el Altísimo aprobada.
Qué no haya límites,
en vuestra predicación del Evangelio.
De la tierra, todos sus seres,
han sido en su nacimiento alumbrados para salvación por el Eterno.
Completa el camino,
que te lleva a la gloria eterna.
Nadie te hará desistir, del poder de la gracia, para ver el rostro de Cristo;
que es de las buenas nuevas, la santísima meta.
Ama al Rey de reyes y Señor de señores,
y subirá a tu corazón la esencia de la verdad.
De agua viva, los ríos se convertirán en mares,
en tu radiante alma de eternidad.
Paz de Cristo
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