ISAÍAS 58:10 EN CRISTO

Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu obscuridad será como el mediodía.
Porque habrás proscrito la vanidad.
Y se enseñoreará tu hombría,
para ser el genuino discípulo de Cristo, que prodiga la piedad.

Oh Cristo Jesús, anduve en la sordidez de la muerte,
al no asumir tu grandioso Evangelio.
Hazme ver, oh Señor, una luz incipiente,
que me lleve a tu santuario regio.

Oh Señor Jesús, cálzame las sandalias de tu conocimiento eterno,
para seguir tus sagradas huellas.
Anhelo ser tu perfecto siervo;
y anunciar con inquebrantable denuedo, la salvación eterna de las buenas nuevas. 

Oh Señor Jesucristo , que tus 40 días de ayuno y oración en el desierto,
sean el firme propósito de mi alma.
Y con gran desvelo, 
sea hacedor de la Palabra.

Oh Cordero inmolado, en tu sepulcro reedificaste el majestuoso templo,
y su glorioso resplandor torno las sombras en refulgente luz.
Porque el que estuvo muerto, 
es el Señor resucitado, que nos ha dado la gloria de soberana plenitud.
                           Paz de Cristo