Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.
Hemos de poner todos nuestros desvelos,
en la continua gracia que se derrama desde lo alto.
Dios es Espíritu.
Y a traves de Él se transforma y revierte toda malignidad en bondad.
Tu muerte la convertirá en vida; si has creído en el Señor Jesucristo,
y hará cumplir en cada uno de sus discípulos la perfecta promesa de eternidad.
Tu eres el mayor prodigio del universo creado;
sin embargo el que no tiene fe, le ha dado a su propia vida el carácter de intrascendente.
Tu presencia, oh Señor, se derrama donde está tu pueblo congregado;
y el milagro, en la pureza del que cree se hace real, por la unción del Omnipotente.
Cíñete al principio bíblico,
y no des lugar a la necia interpretación.
La Sagrada Escritura, habla de un Dios único.
Y solo te pide que le adores en espíritu y en verdad con todo tu corazón.
La Palabra, penetra hasta partir el alma y el espíritu,
y has de invocarla con un eterno propósito.
Siempre que la pronuncies, hazlo con la gran certidumbre de que obra en el nombre de Altísimo;
y que lo que has pedido, ya ha sido hecho.
Paz de Cristo
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