También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño y un pastor.
Es el llamado imperativo, que reunirá a su incorruptible Iglesia santa.
Porque nada se substrae, oh Cristo, al poder de tu amor,
que quiere pastorear a la oveja descarriada.
Jesús, dijo: Porque yo vine a salvar al mundo, y no a condenarlo.
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Oh Rey de la gloria, Tú, no dejaste la corona y el cetro regios; y en la cruz te hiciste carne de pecado,
para no ser de la humanidad su Salvador, que es la más relevante de todas tus promesas.
Escarnecido fuiste en tu crucifixión, oh Cristo Jesús,
por las ovejas que no forman parte de tu rebaño.
¿Y al ser Tú, oh Señor, del universo la luz,
considerará el pecador inmundo su condenación algo extraño?
Oh Señor Jesucristo, y venciste con tu muerte, y muerte de cruz,
al imperio de la muerte.
Tu resurrección fue la exaltación de eterna plenitud,
que dio vida, y vida en abundancia al universo inerme.
Los que acampan bajo la sombra del Omnipotente,
serán galardonadores de toda buena dádiva y de todo don perfecto que derrama el cielo.
Y en su irreprensible día, nunca habrá noche;
porque del Señor, es el eterno templo.
Paz de Cristo
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