EL MILAGRO, GRACIA EN CRISTO

El milagro más transcendente que ha de acontecer en tu vida es la salvación.
Y el que ilustra con absoluta precisión, el significado de ser salvo en los últimos momentos de su existencia, es el del "buen ladrón" que fue crucificado el día que crucificaron a nuestro Señor Jesucristo.
Acuerdate de mí cuando vengas en tu reino, le dijo a Cristo Jesús el arrepentido ladrón.
Y el Todopoderoso Redentor, le contestó: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Oh mi Cristo Salvador, de excelsa magnificencia son las sagradas palabras de eternidad, que profieres al que se arrepiente en espiritu y en verdad, para salvar su alma;
cuando ya daba por irreversible su condenación.
 Oh Señor, al que tu majestuosa presencia le es revelada, 
ama con la santa excelencia de su corazón.

Nada supera tu gloria, oh Rey de reyes.
Bienaventurados serán los que traspasen el umbral de tu santuario.
Y ten fe, para que sus misericordias y favores,
sean como los que derramó el Sumo Hacedor, sobre el ladrón crucificado del monte Calvario.

Los discípulos preguntaron a Jesús: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
Oh Señor Omnipotente, Tú eres muy celoso de tu gloria.
Por eso a nosotros no nos será atribuible,
en ningún caso, la gloriosa e inefable victoria.

El único y eterno milagro de irrenunciable salvación, 
se hace real en la santa cena del Señor Jesús.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esta es la sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más este fruto de la vid, hasta aquel día que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Porque después de tu muerte, y muerte de cruz, sepultura y resurrección, oh Rey de la gloria, tienes toda potestad en el cielo y en la tierra, dada por tu soberana exaltación;
para que toda alma que creyere en tu  nombre que es sobre todo nombre, al fin se salve.
                              Paz de Cristo