La perfecta medida que transforma,
vive en la transparencia de tu corazón, oh Cristo.
Oh Cordero inmolado, crucificado fuiste para salvar al ser humano el alma,
y derramar tu sagrada gracia en la obscuridad de su espíritu.
No hubo en tu santísimo sacrificio, oh Cristo Jesús,
ningún reproche en tu boca.
Y nos llevaste de las tinieblas a tu admirable luz,
para darnos el conocimiento de la majestuosa gloria.
Oh Fiel y Verdadero, tus eternos pasos bíblicos,
nos han acercado el reino.
Y con la revelación de los precisos y preciosos versículos,
hemos tocado el cielo.
Oh Señor Jesucristo, tener fe en la Palabra,
es un poder celestial de tu santa unción.
Porque en el loor de tu presencia,
se hace visible la gloriosa salvación.
La transparencia del corazón está presa en Jesucristo;
y no la hallarás en otro lugar.
Ahora has de quebrantar tu espíritu,
para sentir el sublime gozo de amar.
Paz de Cristo
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