¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
Oh Señor Jesucristo, de tu omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia es inmanente la doctrina de Unicidad.
Guárdanos, oh Rey de reyes, en tu gloria excelsa,
que es la sagrada eternidad.
La Biblia dice: Oh Jehová, Tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, Tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.
Tú, oh Todopoderoso Salvador, me has asido con tu majestuosa diestra.
Y por ser Tú el autor y consumador de la fe, oh Señor, me has dado la gracia de creer;
para que en tu sublime reposo, sienta mi santa fortaleza.
Y también: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impio su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Resistid toda asechanza del maligno.
Y que en el Evangelio sean edificados vuestros inexpugnables cimientos,
para que en cada encrucijada, el don de lo alto os anuncie el perfecto camino.
La salvación es individual,
lucha por ella con los sobrenaturales mimbres que Dios te ha dado.
Has de fijar tus ojos en lo celestial,
para ser bienaventurado.
Oh Sumo Hacedor, preserva mi alma de lo abominable,
con tu poder de gloria.
Y dame sabiduria de lo alto para transcribir el misterioso mensaje,
que me hace ver en tu Espíritu la eterna victoria.
Paz de Cristo
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