Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en Él confían.
Oh Señor, esculpiste en tu excelsa diestra, a todos tus hijos.
Y para que los acojas en tu gloria, con fidelidad, oh Cristo, en ti perseveran;
porque del yugo de perdición fueron rescatados.
Oh Señor Jesucristo,
blindados estamos en tu presencia.
Y en la angosta vereda, nos sustenta la provisión del Santo Espíritu,
para regocijarnos en su gloriosa esencia.
Jesús, dijo: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
El oído al recibir la Palabra,
es espiritualmente afinado;
y no oye, sino al Señor Altísimo que lo guarda.
Y también: En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo.
Y al aseverarlo el Omnipotente Redentor, no cabe ninguna objeción;
porque el que objeta lo sagrado, está en las tinieblas moribundo.
Oh Todopoderoso Salvador,
Tú eres el único Dios, en el que nuestra alma puede confiar.
Porque nada seriamos sin tu amor,
y a nadie podríamos amar.
Paz de Cristo
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