Y Jesús les dijo: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Predicar las buenas nuevas de salvación eterna, se traduce en un glorioso honor.
Y, oh Señor Jesús, revistes de bienaventurado,
al que es testigo de tu inconmensurable amor.
La Biblia enseña: Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí envíame a mí.
Diligente es la respuesta, del siervo que cree en la Palabra.
Y será salvo el que persevere hasta el fin,
porque a las almas ama.
El sembrador esparce la sobrenatural semilla;
pero, oh Señor Jesucristo, Tú eres quién vivifica su crecimiento en el que cree.
Porque de lo alto es la sabiduría,
que da provisión al que sustenta el don de la fe.
Porque la semilla que cayó: junto al camino, sobre piedras o entre espinos,
no tendrá crecimiento.
Sin embargo, la que cayó en buena tierra, dará frutos eternos;
y serán alas santas del alma, las que la arrebaten al firmamento.
Oh Sumo Salvador, Tú nos enseñaste por parábolas,
que sagrada virtud es evangelizar.
Y que de tu creación son todas las almas,
a las que por igual se ha de amar.
Paz de Cristo
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