1 PEDRO 2:9-12 EN CRISTO

• Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. 
• Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. 
• Oh mi Cristo, en la santidad no ha de intervenir nunca la discordia;
• más bien, el amor servirá de desarraigo a las sépticas deshonras.
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• La Biblia dice: No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios. 
• Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. 
• Oh Rey de reyes, Tú nos has sacado de toda encrucijada de caminos, para que en nuestra piadosa vida se tornaran rectos.
• Y es que, los fatuos nunca entenderán al que en el Señor se gloría. 
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• La Biblia enseña: El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su gozo.
• Abominación es a Jehová el camino del impío; mas él ama al que sigue justicia. 
• Oh Alto y Sublime, nada hay como sentir la paz en tu regazo;
• porque Tú transformas la intimidante tormenta, en apacible brisa.
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• La Biblia enfatiza: Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? 
• El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.
• Oh Fiel y Verdadero, en la entenebrecida senda de tus siervos te has apiadado;
• porque gracias a habernos revelado tu nombre, no fuimos almas de perdición.
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• Jesús, asevera: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 
• Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 
• Oh Alfa y Omega, tu pensamiento de eternidad lo has dado a conocer en el Sagrado Escrito;
• y a tus hijos nos ha sido por tu gloria revelado.
•                    Paz de Cristo