- Porque la gracia de Dios se ha nanifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
- Oh Santo de Israel, en el poder de la gracia nos guardas;
- porque de tu sagrada herencia somos perfecto linaje.
- Oh Cristo Redentor,
- confiados caminamos de tu mano por la gloriosa senda.
- Y es tu excelso amor,
- la radiante y vivífica lumbrera.
- Oh Soberano Hacedor,
- no existe impedimento que ponga límites a la grandiosidad de tu milagro.
- Solo tienes que creer con el máximo candor,
- para ver la gloria del Fiel y Verdadero en su eterno santuario.
- Porque la sanación del que todo lo puede, el dador de la vida, el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- ya se ha hecho manifesta en su sobrenatural eternidad.
- La respuesta está en el Santo Espíritu,
- que convierte en posible lo imposible, cuando sopla el viento de Sion; y todo lo resuelve con su prodigiosa y santísima verdad.
- Oh Rey de la gloria,
- cuando se invoca tu nombre, las sendas más tenebrosas se iluminan con tu majestuosa luz.
- Y el galardón de la victoria,
- oh Señor, será la ofrenda de tu excelsa diestra, que es gozo en plenitud.
- Paz de Cristo
domingo, 4 de julio de 2021
TITO 2:11-15 EN CRISTO
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