¡VIVE LA VERDAD SIN FINGIMIENTO EN CRISTO!

• No hay otra verdad,
• sino la tuya, oh mi Cristo. 
• Y será con nuestro corazón contrito y humillado en santidad, 
• cuando el Señor derramará de su Santo Espíritu. 
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• Jesús les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos y las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 
• Y también: No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
• Oh Santo de Israel, la huella de tus pies es indeleble y santa;
• y no existe en ella, ni principio ni fin.
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• Jesús, enseña: Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 
• En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
• Con el Soberano de la creación, todas las almas santas en el paraíso moraréis;
• porque la fe os ha hecho discípulos probos. 
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• Jesús, constata: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 
• La paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 
• Oh Altísimo Señor Jesucristo, en tu sobrenatural presencia estoy cautivo;
• y es que, Tú eres el único e inconmovible Dios del universo.
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• Jesús, asevera: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
• Por eso dije que moriréis en vuestros pecados; porque no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. 
• Los que no habéis sido santificados en la Sagrada Escritura, estáis en el abismo del moribundo;
• y en el día postrero, para vergüenza y confusión por la eternidad, en el lago de fuego y azufre perpetuamente pereceréis. 
•                      Paz de Cristo