- Yo era ojos al ciego, y pies al cojo.
- A los menesterosos era padre, y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; y quebrantaba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa.
- Oh mi Cristo, de tu ministerio público, nuestra bisoña mente a tenido un entendimiento exiguo;
- por lo cual, hemos de escudriñar en profundidad tu Sagrada Palabra profética.
- Oh Santo de Israel,
- lo que consideraban impostura los fariseos, te llevo a la abominable crucifixión del Calvario.
- Tú, oh Señor, por ser el autor y consumador de la fe,
- nos has dejado a tus hijos como legado, el glorioso y celestial santuario.
- Oh Fiel y Verdadero,
- nadie a podido repetir ni uno solo de tus milagros.
- Y el mayor de todo ellos, será en el día postrero,
- cuando a tu amada Iglesia arrebates con sus incorruptibles siervos.
- Oh Alto y Sublime,
- de una inmensa mayoría de nosotros no se sabrá más.
- Pero el Omnipotente Redentor Jesucristo, que es omnisciente;
- pesará, con su excelsa gracia, a todas las almas.
- Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo,
- a las almas santas salvarás en tu gloria; y a las almas inicuas, condenarás a confusión y vergüenza por la eternidad.
- Y en este final y justo juicio,
- se conocerá la execrable maldad, y también la santísima verdad.
- Paz de Cristo
viernes, 2 de julio de 2021
JOB 29:15-17 EN CRISTO
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