EN LA CARNAL OBSCURUDAD, NO SE VE TU MAJESTUOSA LUZ, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tu luz inaccesible es la ubicua manifestación de gloria, que da visibilidad a tu universal creación.
- Y por el poder del Santo Espíritu,
- a la muerte da vida, en el alma que es nueva criatura en la cristiana conversión.
- ¿No será, que el maligno tiene sometida vilmente a la humanidad, para que su alma supla la gloria con la mentira execrable?
- Oh Cristo Redentor, Tú venciste con tu muerte al imperio de la muerte en la cruz del Calvario.
- Pero el oprobio de la tiniebla, sigue siendo en la vida del ser humano permeable;
- porque su corazón, oh Señor, no ha conocido tu glorioso santuario.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tus siervos aguardamos a la bienaventurada esperanza, con irreprensible celo.
- Y es que, el alma ha de estar revestida de pureza en el día postrero,
- para ser elevados hasta las nubes con Cristo, en el arrebatamiento.
- En nada prosperarás,
- si no crees en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Y en la gloria morarás;
- si te has quebrantado a sus santísimos pies, con el el corazón humillado y contrito.
- Jesús, dijo: Sed santos, porque yo soy santo.
- ¡Predicad con denuedo el Evangelio de la gracia!
- Y recibiréis la buena dádiva de lo alto;
- para que de las almas probas, quede impresa en el libro de la vida su espiritual esencia.
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