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viernes, 9 de julio de 2021

EFESIOS 4:29,30 EN CRISTO

  • Ninguna palabra corrompida salga de vuestra voca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
  • Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 
  • Oh mi Cristo, en nuestros exhortos habrá siempre una invocación a la santidad, como insoslayable edificación espiritual de los discípulos en ciernes;
  • y así, no permitan lo disoluto en el candor de su corazón. 

  • La Biblia dice: Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
  • Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
  • Oh Rey de reyes, ante toda vicisitud ha lugar la cristiana longanimidad,
  • que en la prueba de tus santos siervos prevalece. 

  • Jesús, dijo: He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
  • Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. 
  • Oh Santo de Israel, tu amparo es el perfecto  blindaje de nuestro destino,
  • que nos guardará del obscurantismo moribundo.

  • Jesús, enseña: Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 
  • Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
  • Oh Sumo Alfarero, tuviste en cuenta el clamor del vaso en su obscenidad, para que tan obscura afrenta tu mano la deshiciese;
  • y poder regocijarse en tu gloria, con todos los redimidos. 

  • Jesús, asevera: Mas no ruego solamente por éstos, sino por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 
  • La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 
  • Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo, en la Unicidad de Dios nos concerniste;
  • porque en tu nombre que es sobre todo nombre, salvos moraremos en el paraíso eterno.
  •                  Paz de Cristo 

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