LIBERTA EL CORAZÓN DE LA HUMANIDAD, OH CRISTO

• La Biblia dice: Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
• Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. 
• Oh mi Cristo, ¿de tu senda sagrada quién se gozará?
• ¡Tú, oh Señor, nos has dado a conocer la grandiosidad de tus misericordias!
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• ¿Será, oh Rey de la gloria, que el ser humano, no ha entendimiento ni entenderá tu bíblico propósito?
• Porque no hay manera de soslayar la Sagrada Palabra, y ser salvo.
• Oh mi Cristo, los que hacen iniquidad, no quieren pasar por la senda angosta; pero toda alma escuchará del Fiel y Verdadero, la única verdad que es su justo veredicto;
• y apartará las ovejas de los cabritos, sin acepción de personas, sabiendo que el que te juzgará es el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, el Santo de Israel, el gran Dios Soberano. 
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• La Biblia dice: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
• Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 
• Oh Alfa y Omega, de mirar lo obsceno, nunca se sacian los ojos;
• pero el ojo es la lámpara del cuerpo, y a su santidad hemos de estar sujetos.
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• Oh Cristo Redentor, 
• para que se cumplieran las Escrituras; fuiste obediente y te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz. 
• Nunca ha habido ni habrá, una manifestación tan grande de amor, 
• para que llegara al corazón del ser humano, oh Rey de reyes, tu majestuosa luz.
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• En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 
• El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 
• Oh Sumo Salvador, el alma del que a ti se ha consagrado, está continuamente a prueba;
• y santo ha de ser, el que salve tu excelsa diestra. 
•                     Paz de Cristo