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lunes, 6 de febrero de 2023

EL ÚNICO QUE LIBERTAS DEL PECADO ERES TÚ, OH CRISTO

  • Jesús, dijo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
  • Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
  • El que en él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creido en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
  • Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
  • Porque todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
  • Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
  • Oh mi Cristo, el ser humano, influido por el maligno, no erradica completamente su concupiscencia.
  • Y la fluctuación de su fe,
  • le lleva a hacer caso omiso de los bíblicos preceptos;
  • para reiterarse en las ideas depravadas
  • y sépticas, 
  • de los no consagrados.

  • Oh Cristo Redentor, tu muerte, y muerte de cruz,
  • a los que hemos creido en tu santo nombre, nos ha concedido el grandioso privilegio de lavar nuestros pecados con tu majestuosa sangre derramada en la cruz del Calvario. 
  • Y no otra, sino tu admirable luz, 
  • oh Rey de reyes, es la que nos guiará hasta el eterno santuario.

  • Oh Rey de la gloria, 
  • cada segundo de nuestra prodigiosa vida, 
  • puede incidir en la más obscura condenación o la más radiante victoria;
  • según sea por nuestro corazón percibida. 

  • Oh Sumo Alfarero, 
  • Tú has hecho en la sobrenatual rueda el mayor milagro, dándonos una nueva vida al ser engendrados por la Sagrada Palabra. 
  • Y se hizo fiesta en el cielo, 
  • cuando te arrepentiste de tus pecados, y consagraste a Dios tu alma.

  • Oh Cristo Altísimo, 
  • los siervos que adoramos tu glorioso nombre, permaneceremos postrados a tus gloriosos pies, con quebrantamiento de espíritu. 
  • Y es que, por tu gracia vencimos al maligno,
  • oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
  •                 Paz de Cristo 

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