- Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
- Lo que es nacido de carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
- No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
- El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
- Oh mi Cristo, no otros, sino los verdaderamente consagrados,
- son lo que tienen fe.
- Oh Eterno,
- Tú fuiste, eres y serás el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Oh Cristo Redentor,
- en tu execrable sacrificio de la cruz del Calvario, se da lo paradójico del inicuo que no cree; y por el contrario, el que ha sobredimensionado la fe.
- Y éste, es un discípulo con tan celeberrimo amor,
- que ve lo que el mundo no ve.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público, hiciste milagros innumerables.
- Y, oh Señor, Tú tuviste ocasión de ver,
- a los creyentes inefables.
- Oh Cristo Altísimo,
- Tú pusiste la vida, y la volviste a tomar.
- Y rasgaste el velo del templo (tu carne) para que pudiéramos entrar en el Lugar Santísimo,
- con ilimitada libertad.
- La Biblia dice: Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
- Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
- Oh Alto y Sublime, es tu piadosa santidad,
- la que nos ha hecho interiorizar el eterno amor.
- Paz de Cristo
viernes, 17 de febrero de 2023
JUAN 3:5-8 EN CRISTO
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