- De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
- Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
- A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
- Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
- Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
- Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron que era lo que les decía.
- Oh mi Cristo, alientas con tu sublime candor,
- al que tiene verdadera fe.
- Y la mies en su tiempo se siega,
- con la afilada hoz;
- porque todos segaremos,
- de lo que hemos sembrado en aquel bendito día.
- Jesús, dijo: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
- Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y saltadores, pero no los oyeron las ovejas.
- Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
- El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
- Oh Sumon Alfarero, en tu rueda a tus discípulos moldeas; y en el día postrero, con la espada de tu Sagrada Palabra, a las ovejas y a los cabritos juzgarás con justas sentencias.
- Y solo tus siervos santos,
- traspasarán el umbral donde moran las almas piadosas, que erradicaron de sí, la séptica jactancia.
- Jesús enseña: Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas.
- Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
- Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
- Oh Cristo Redentor, en la cruz del Calvario, los latigazos dejaron en tu cuerpo lacerantes heridas,
- para reconciliarnos con el Padre; que cada segundo nuestro corazón pesa,
- y vigila con gran celo, nuestras atrabiliarias quejas.
- Jesús, enfatiza: Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
- así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
- Oh Rey de reyes, las ovejas que son de tu redil saben,
- que Tú, oh gran Yo Soy, siempre irás a por las que estuvieren perdidas entre obscuras malezas.
- Jesús, constata: También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
- Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
- Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
- Oh Sumo Hacedor,
- El anhelo de tus genuinos hijos, es que por gracia nos podamos salvar.
- Y ver la santa faz del que habita la eternidad; el único y gran Dios, el que es Alto y Sublime.
- Paz de Cristo
lunes, 27 de febrero de 2023
JUAN 10:1-6 EN CRISTO
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