- ¡No te conformes!
- Bebe de la fuente universal e inagotable que es Cristo.
- Y es que, al consagrado siervo de la piedad Cristocéntrica revistes, con la gloriosa presencia del Santo Espíritu.
- La Biblia dice: Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
- Lávame más y más de mí maldad, y límpiame de mi pecado.
- Oh Rey de reyes,
- por tu luz admirable, he sido hasta el trono de la gracia guiado.
- La Biblia enseña: Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.
- Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio.
- He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
- Oh Cristo Jesús, Tú eres el principio y el fin.
- Y en ayuno y silicio,
- oh Señor, he quebrantado a mi espíritu, para adorarte.
- La Biblia constata: He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
- Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.
- Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido.
- Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades.
- Oh Eterno, el que en tu santo nombre se gloría,
- es porque al fin ha podido verte.
- Y mi corazón ha aplaudido,
- todas tus bondades.
- La Biblia incide: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
- No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu Santo Espíritu.
- Vuélveme el gozo de la salvación, y espíritu noble ne sustente.
- Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.
- Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mí salvación; cantará mi lengua tu justicia.
- Sin gloriarme en tu majestuoso nombre, a donde podré ir,
- oh Altísimo Señor Jesucristo.
- Nada será radiante,
- como la excelsa gloria que vi.
- Y entenebrecido viviré en la horrenda estulticia.
- La Biblia enfatiza: Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.
- Porque no quieres sacrificio, que yo daría; no quieres holocausto.
- Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
- Haz bien con tu benevolencia a Sion; edifica los muros de Jerusalén.
- Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda de todo quemada; entonces ofrendarán becerros sobre tu altar.
- Oh Santo, ya del diablo, no tendrá cabida su asechanza;
- porque su maldad habrás sepultado.
- Y únicamente serán tus siervos consagrados,
- los que exaltarán al Amén,
- que será por siempre el único Dios, digno de adorar.
- Paz de Cristo
domingo, 19 de febrero de 2023
LA PIEDAD, PUREZA ESPIRITUAL EN CRISTO
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