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martes, 7 de febrero de 2023

LO ESPIRITUAL ES DIAMETRALMENTE OPUESTO A LO CARNAL EN CRISTO

  • La Biblia enseña: Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
  • Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
  • Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 
  • Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
  • Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
  • Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 
  • Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 
  • Oh mi Cristo, la extrema dificultad para el que la Sagrada Palabra obedece, 
  • estriba en su revelación sui géneris.
  • Y es que, de principio a fin,
  • habréis de ser siervos santificados. 
  • Porque en el fin, 
  • la gloria será para los herederos,
  • que siempre amaron al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 

  • Oh Cordero inmolado, 
  • tu muerte en la cruz del Calvario, fue vida de eterna gloria,
  • para el siervo bienaventurado; 
  • y éste llegó a ofrendar su propia sangre, testificando, oh Señor, en tu santísima memoria. 

  • Oh Cristo Jesús, una de las más sublimes profecías del Antiguo Testamento, daba fe de lo que siglos después, oh gran Dios, fue tu manifestación en carne. 
  • Y el profeta Isaías, dijo: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
  • Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
  • Porque, oh Señor Jesús, Tú eres en la humanidad el Hijo del Hombre, 
  • y el Padre Eterno en la divinidad. 
  • Y el Santo Espíritu desde la eternidad, vino con su glorioso poder, para no dejar huérfano a ningún consagrado siervo.

  • Oh Santo, 
  • somos tus siervos, inmerecidamente escogidos.
  • Y de Sion es el sagrado viento,
  • por el que hemos sido bendecidos.

  • Oh Eterno, 
  • nuestro anhelo es traspasar el umbral de la gloria eterna.
  • Pero sabemos que nuestros nombres están escritos en el cielo, 
  • para ser coronados con una vida plena. 
  •                    Paz de Cristo 

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