- Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
- Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas, oh Jerusalén.
- Oh mi Cristo, como heraldos tuyos testificaremos,
- para que los paganos se conviertan, y traspasen el umbral del Edén.
- La Biblia dice: Jerusalén, que se ha edificado como una ciudad que está bien unida entre sí.
- Y allá subieron las tribus de Jehová, conforme al testimonio dado a Israel, para alabar el nombre de Jehová.
- Porque allá están las sillas del juicio, los trono de la casa de David.
- Oh gran Rey,
- en el gran trono blanco el mundo te adorará,
- porque Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
- La Biblia enseña: Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman.
- Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios.
- Oh Rey de reyes, los adoradores de tu santo nombre su alma purificarán,
- porque en tu regazo se sentirán gozosos.
- La Biblia constata: Por amor de mis hermanos y mis compañeros diré yo: La paz sea contigo.
- Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios, buscaré tu bien.
- Oh Altísimo Cristo,
- bienaventurados los pobres en espíritu, porque en ellos se hace visible tu poder.
- Oh Cristo Jesús,
- tu reino no tiene ni principio ni fin.
- Y es que, en la inaccesible luz,
- solo Tú, oh gran Yo Soy, puedes eternamente vivir.
- Paz de Cristo
miércoles, 22 de febrero de 2023
SALMO 122: 1,2 EN CRISTO
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