EN EL ABISMO DE LA CONDENACIÓN, INEXISTENTE ES LA FE, OH CRISTO

• La Biblia dice: Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardaré mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. 
• Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá.
• ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de su camino?
• Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá. 
• Y si dijereis: No es recto el camino del Señor, oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿no son vuestros caminos torcidos?
• Apartándose el justo de su injusticia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello; por la iniquidad que hizo, morirá. 
• Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir su alma.
• Porque miró y se apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de cierto vivirá; no morirá. 
• Oh mi Cristo, tu grandiosa piedad al siervo arrepentido santificará,
• y a su contrito y humillado corazón salvará. 
• Oh Altísimo,
• tu justo siervo, el umbral de la gloria traspasará;
• porque sus hechos, fueron por tu excelsa diestra bendecidos.
• Y en ninguna asechanza del maligno, tropezará,
• oh Señor, el que verdaderamente te ama;
• porque en el día postrero,  tu gracia le resucitará.
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• Oh Cristo Redentor, 
• Tú hiciste la obra más sublime en la cruz del Calvario. 
• Y nos ofrendaste eterno amor;
• para que, con tu redención y justificación, pudiéramos morar en el celestial santuario.
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• Oh Santo de Israel, 
• Tu abominable muerte en la cruz del Calvario, nos reconcilió con el Padre. 
• Y en la consumación de tu excelsa obra, únicamente puede intervenir la fe;
• porque es la que da testimonio, del discípulo que se salve.
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• Oh Cristo Jesús, 
• de gracia, tus genuinos siervos, 
• viviremos en tu inaccesible luz;
• porque es el gran anhelo de nuestro corazón, en sus mas íntimos desvelos. 
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• Oh gran Yo Soy,
• Tú nos has dado la eterna libertad.
• Y el postrero día de gloria, que pudiere acontecer hoy;
• podremos contemplar en el paraíso, oh Señor, tu bendita y santísima faz.
•                  Paz de Cristo