La necedad se erige
en una fortaleza despiadada;
de la que solo Cristo, exime,
al transformar sus tinieblas en Gracia.
Del Señor es la sabiduría,
que abre el entendimiento;
y su Palabra es Luz y guía,
de espiritual perfeccionamiento.
Sin orden, no hay poder;
y Jesús, en sus enseñanzas,
al espíritu deja ver,
que con Santidad, todo son bienaventuranzas.
En Jesucristo, se nos revela la identidad;
porque es nuestro Creador.
Y para tu Salvación de Eternidad,
del Santo Evangelio has de ser hacedor.
Nuestro Señor Jesucristo, eleva el amor
a la sublime perfección;
y nos lo muestra en el poderoso resplandor,
de su Majestuosa Resurrección.
Paz de Cristo.
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