Oh Cristo, si somos irreprensibles
a través de la Palabra;
cuerpo, alma y espíritu seran invencibles,
con el conocimiento Eterno del que ama.
Oh Señor Jesucristo, estamos delante
de tu hermosa presencia;
cuando se desbordan de repente,
los ríos de Agua Viva que fluyen en el alma de excelencia.
Oh Cristo Jesús, contigo hemos conocido
el amor perfecto en tu regazo.
Ungidos con el Óleo Santo,
sentimos en nuestro corazón tu paternal abrazo.
Oh Señor Jesús, completa paz
hay en la disciplina de tu obediencia.
El dolor, que precede, para ver tu Faz,
se transforma en Gloriosa esencia.
Oh Salvador, del nivel de fe recibido,
es testigo inseparable el riesgo.
Si eres genuino discípulo, has de haberlo asumido;
para ser de la Eternidad siervo.
Oh Redentor, nuestra inequivoca perfección,
tendrá su exacta medida.
Y será o no de Salvación,
por la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, con las blancas alas de su Iglesia bendecida.
Paz de Cristo
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