La Palabra, fundamenta
la Salvación.
Su poder nos faculta,
a precisar con sabiduría la exhortación.
Predicad con gozo,
el poderoso Evangelio.
Del Señor, eres testigo,
para acercar a las almas su Sagrado Reino.
Oh Rey de reyes, me escogiste,
como digno discípulo.
Con mi cruz he de seguirte;
porque al revelarme tu Nombre, me negué desde ese instante a mí mismo.
Has de saber, que tu provisión es Eterna,
cuando das a conocer al Señor de señores.
Proclamas los dos filos de la Espada,
para que sean del oyente sus poderes.
Jesucristo, te ha dado la autoridad,
a través de la fe que tu corazón profesa.
Explica, sobre todo,que ganar el mundo es perder la Eternidad.
Y al aceptar a Cristo, habrán dado el paso de Santidad, hacia su Gloria Excelsa.
Paz de Cristo
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