Oh Cristo, solo en tu inmensidad,
siento la poderosa Unción
de eterna Verdad,
que santifica mi corazón.
Oh Señor, Tú eres mi puerta Santa,
que se abrió,
sin limitar la esperanza del alma;
que, Oh Dios, en ti se glorió
En lo profundo
de la perfecta oración,
el alma se manifiesta; invocando,
Oh Señor Jesucristo, tu Santísimo perdón.
El espiritual sentimiento
se derrama en tu interior;
si guardas Santidad en el mandamiento,
al que fuiste llamado por el Señor.
Un solo en Cristo,
sería cantar al gozo del amor,
en el sublime Santuario
del Señor.
Paz de Cristo
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