Y Jesús, dijo: Recibiréis poder.
La Santa Unción, que el Cielo derrama
has de aprehender,
para llenar de Gracia el alma.
Tu corazón, para creer,
atraviesa un inmenso desierto;
y ni aun, en el diario sustento del Maná, puede ver,
el milagro de nuestro Cristo, que es la Roca del Firmamento.
De la peña de Horeb,
un río de agua fluyó;
para saciar la sed
del espíritu, que en el Señor creyó.
El mar Rojo se apartó,
y dejó una senda:
abriendo la puerta infranqueable, hacia la tierra que Dios prometió;
convirtiéndose en la dádiva Sagrada de excelencia.
Al Señor, no agradas sin fe;
porque en su Universo creado,
es el poder que todo lo ve,
para hacerlo bienaventurado.
Paz de Cristo
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