El límite de la fe en Cristo,
se sustenta en tu razón.
Clama con desvelo en el templo del Espíritu,
para purificación.
Se columna y baluarte de la Verdad,
para sentir en el alma,
el poder de Santidad,
que a Cristo ama.
El fuego se derrama
en la pureza de Jesucristo,
al ser su excelsa llama,
Gracia del Santo Espíritu.
Oh Señor Jesucristo, tu paso Sagrado
llena el espacio Universal,
que borra la senda del pecado,
y purifica el mal.
La Resurrección de Cristo,
al mundo dio Vida;
y solo en el perfecto discípulo,
verás la Gloria bendita.
Paz de Cristo
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