Oh Cristo, de majestuosa excelencia
es tu Todopoderosa Palabra.
No des lugar a tu opinión de conveniencia,
sino a llenar con su Gracia el alma.
Orad sin comedimiento.
Oh Señor, haz que en mi espíritu quebrantado, sea protagonista el perdón.
No habrá compadecimiento
en tu clamor, si con tu prójimo no ha habido reconciliación.
Mas redobla tus esfuerzos, en el Nombre de Jesús:
da a tu enemigo de comer y de beber, cuando sea preso del hambre y la sed.
Sólo el siervo del Señor, en esos momentos ve Luz.
Y amontonarás ascuas de fuego, sobre el entendimiento de su ser.
Cristo Jesús, nos dio un nuevo Mandamiento:
Que os ameis unos a otros, como yo os he amado.
Esto da lugar a un único pronunciamiento;
y es que si no amas, como el Señor, no serás bienaventurado.
Abre tu corazón,
y guarda en el la buena dádiva que desciende de lo alto.
No habrá Salvación,
sino bebes del agua que da de beber el Rey de reyes, el más Santo.
Paz de Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario