No hay llamador
sin puerta;
y esta es del Señor,
para salvación eterna.
El pámpano santo
a la vid da hermosura,
si la verdad de su tronco es la Palabra, que en Cristo,
te bendice con gloria pura.
Las ovejas del rebaño
al pastor oyen;
porque en el Salvador, no hay engaño;
y a todas en su santidad las enseñanzas redarguyen.
Su camino te lleva
a la verdad,
que es bendición perfecta
en la revelada Escritura de eternidad.
El pan eterno
nos lo da a comer,
como Cordero inmolado, en la glorificación de su cuerpo;
para redención del que pueda creer.
En Jesús,
la sana doctrina
es luz,
dando resplandor al corazón, que de su mano santísima camina.
En Cristo has de resucitar:
proclamando la victoria,
al transformar
tu vida en gloria.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario