Oh Cristo, desde el Cielo Universal, tu Santa mano
derrama la bendición,
que nos guarda de lo mundano,
para ser de Salvación.
Si temes,
no estás en Cristo;
solo en su Gloria prevaleces,
cuando en tu corazón, sus bendiciones han vencido al maligno.
Del Señor es el poder;
y escrito dejó en su texto bíblico,
que si puedes creer,
cosas más grandes harás en el Nombre del Altísimo.
Tocó el manto de Cristo,
y fue sanada,
por la bendición del médico divino,
al ser bienaventurada.
El Espíritu Santo,
es tu provisión,
al ser por lo sobrenatural bendecido,
con el óleo de santificación.
Paz de Cristo
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