refugio perfecto frente a la tempestad.
Seguro se halla,
el que vive en tu Santa Voluntad.
Oh Santo de Israel, del monte de Sión,
sopla un viento Eterno.
Y llenos seremos de Salvación,
cuando recibamos poder del bautismo, con el Santo Espíritu de fuego.
Oh Señor Jesucristo, ríos de Agua Viva
discurrirán en mi interior.
En los desiertos habitará tu Gloria,
si nuestro corazón vive en tu amor.
Oh Rey de reyes, con humillación y quebrantamiento,
haremos el reconocimiento de tu Redención.
Magnificar el sentimiento,
nos acerca tu Reino, si nos concedes el perdón.
Oh Salvador, solo tu Gracia,
derrama el Óleo Santo.
La Unción es una sustancia,
Oh Redentor, que desciende de lo alto.
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