- Sujeta las bridas del alma,
- y revisa tus irreverentes acciones a los pies del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Él es el que más te ama;
- pero tú contristas perniciosamente a su Santo Espíritu.
- Oh Omnipotente Redentor,
- en la cruz del Calvario, tu preciosa sangre derramada nos dio gracia.
- ¿Será qué no es suficiente su majestuoso amor?
- ¿Y qué no te has estremecido al palpar su gloriosa llaga?
- Oh Cristo Jesús,
- no bastó con anunciar tu resurrección.
- Y ante el fulgor, oh Rey de la gloria, de tu sagrada luz,
- la fatua incredulidad se manifestó en vuestro endurecido corazón.
- Oh Sumo Redentor,
- antes de subir al cielo anunciaste la gran comisión.
- Y es que, el siervo que da testimonio en tu nombre, lo ha de predicar con impoluto candor,
- y grandiosa unción.
- Oh Alto y Sublime,
- con verdadera adoración te servirá el discípulo fiel.
- Porque, oh Cordero inmolado, con tu santísima sangre,
- nos ofrendaste eterna vida en el abominable madero, el día aquel.
- Paz de Cristo
jueves, 6 de mayo de 2021
¿DAS FIEL TESTIMONIO EN CRISTO?
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