NO TE PONGAS LÍMITES EN CRISTO

• Jesús, dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuera dado del Padre. 
• ¿Queréis acaso iros también vosotros?
• Oh Cristo, en el eterno santuario, a todos y cada uno de tus siervos escogiste, 
• para que, de las oraciones de los santos, fueran los cielos incensados.
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• Oh Omnipotente Señor Jesucristo, 
• en tu ministerio público descubrimos la gloria eterna.
• Porque, oh Santo de Israel, lo que es consubstancial a tu Espíritu; 
• fue como el viento de Sion, que sana, por fe, la obscuridad del alma perversa.
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• Oh Rey de reyes, 
• tus milagros dan a conocer lo eterno.
• Y es que, los determinan las gloriosas leyes,
• que derrama el resplandor del cielo.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• únicamente serán tus vasos de honra,
• los que reflejen en el día postrero, 
• la majestuosa luz de tu gloria. 
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• Oh Sumo Hacedor, 
• Tú me diste alas santas, para no caer en el infernal abismo.
• Y permaneceré en los mimbres del sagrado amor,
• que sustentan mi alma en el Señor Altísimo. 
•                    Paz de Cristo