GÁLATAS 1:9,10 EN CRISTO

• Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 
• Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. 
• Oh Rey de la gloria, nada quedará encubierto, que no descubra tu excelsa diestra;
• porque se hará manifiesto, por la verdad del Santo Espíritu. 
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• Oh Santo de Israel, 
• el ser humano está envanecido en su obscena idolatría.
• Y no puede, desde su precaria fe,
• ir en pos de la celestial sabiduría. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• la humanidad vive inmersa en la mentira. 
• Y aún en su perversión abominable,
• con innumerables máscaras se empecina en hacer verdadera justicia. 
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• El único, que con su obra redentora en la cruz del Calvario nos justificó, fue nuestro Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
• Él dio su vida, para darnos vida, y vida en abundancia. 
• Y cuenta da el Sagrado Escrito, 
• de su muerte, sepultura y resurrección, para con su preciosa sangre derramada sellar el nuevo pacto de la gracia. 
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• Jesús, constata: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna: y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
• De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que lo oyeren vivirán. 
• Oh Omnipotente Redentor, exaltamos tu magnificencia; 
• y ante tus sagrados pies, nuestras postradas almas a tu majestuosa gloria clamarán.
•                    Paz de Cristo