- Mas tú, oh Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
- Con mi voz clamé a Jehová, y él me respondió desde su monte santo.
- Siempre confiaré, oh Señor, en tu sobrenatural omnisciencia;
- porque a mi plegaria has dado la gloriosa respuesta de lo alto.
- Jesús entonces, enseñando en el templo, alzó la voz y dijo: A mi me conocéis, y sabéis de donde soy; y no he venido de mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.
- Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió.
- Porque los que en el gran Yo Soy, creéis;
- por su poder, ha propiciado salvación a vuestras almas; porque para Él os apartó.
- La Biblia dice: Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
- Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.
- Porque las asechanzas del maligno, de nuestras vidas las ha proscrito el Eterno,
- para de sus inmundicias salvaguardarnos.
- Oh Alfa y Omega,
- la prodigiosa magnificencia de tu creación,
- muestra la impactante evidencia,
- de que en tu enésimo milagro es manifiesta la más absoluta y excelsa perfección.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- sabemos, por tu Sagrada Palabra, que conoces todas y cada una de las vicisitudes de nuestra existencia.
- Y que por la gracia de tu Santo Espíritu,
- tus verdaderos siervos, estamos unidos imperecederamente a tu presencia.
- Paz de Cristo
viernes, 7 de mayo de 2021
SALMO 3:3,4 EN CRISTO
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